Ayuda a tu hijo a ser feliz, creativo y sin miedos
En la evaluación de los problemas de la infancia y la adolescencia lo más importante es el conocimiento del desarrollo evolutivo y su posible desviación brusca del modelo estandarizado.
En nuestro centro hacemos una aproximación al problema, remitiendo en cada caso al gabinete psicopedagógico del centro o escuela del niño/a para su diagnóstico definitivo, además tendremos en cuenta los diferentes ritmos de desarrollo de cada niño/a. Por ejemplo, la enuresis no debe ser tratada entre los dos y los cuatro años, pero sí a partir de los cinco; o el caso de la dislexia que no es un problema real hasta los seis o siete años. Otro ejemplo: las habilidades de autoobservación se desarrollan plenamente entre los diez y los once años.
El método de evaluación más acertado en la infancia es la observación de la conducta y el tratamiento más adecuado hasta los diez u once años es el de técnicas operantes, siendo a partir de los doce o los trece años, cuando podemos empezar a utilizar otras técnicas más específicas. En niños podemos hablar de tratamientos para:
· Trastornos de ansiedad (de separación, generalizada, pánico, obsesivo-compulsivo y por estrés postraumático)
· Depresión
· Abuso sexual y maltrato infantil
· Tics y hábitos nerviosos
· Trastornos de la eliminación (enuresis y encopresis)
· Trastornos del sueño
· Problemas de la alimentación
· Trastornos del comportamiento perturbador (negativista, desafiante y disocial)
· Hiperactividad infantil y juvenil
Lo importante es el tratamiento a nivel individual y personalizado, trataremos en todo momento de determinar cual es el centro del problema, para ir solucionando desde los comportamientos que más incapacitan a los menos importantes. Quizás el problema sea muy puntual y sólo requiera la intervención en una faceta muy precisa, en muchos casos un desequilibrio puntual puede tener consecuencias muy graves en parcelas muy amplias.